miércoles, 22 de septiembre de 2010

La evaluación (con los cambios?)




Cuando pienso en la evaluación en DocTic, solo se me viene a la cabeza, aquello de autonomía, responsabilidad, aprender a aprender, participación en otros blogs, participación activa y crítica, elaboración de una propuesta de intervención, reformulación (enriquecimiento) de ésta, contribuciones en Diigo (que pocos hemos utilizado con la frecuencia que quisiéramos), autoevaluación, etc.; lo que aunque se quisiera maquillar (así lo siento yo) genera ansiedad y stress, ya que si bien, procuran (uno de los moderadores) que ésta no se convierta en un obstáculo para el desarrollo fluido del curso, de todas formas lo es, porque trabajamos supeditados al tiempo, a los requerimientos de la institución en la cual estudiamos y a la cual en todo caso hay que responderle con pruebas sobre nuestro proceso en el mismo.


La verdad no relaciono la evaluación (cuando pienso en ella), ni lo había hecho antes, con a qué supuestos responde o que visión del mundo promueve, simplemente sé que la realizan porque de alguna manera tienen que medir nuestro nivel de apropiación de los temas y responsabilidad (cumplimiento de los requerimientos establecidos).


La evaluación obliga a participar, ya que si bien se lee lo que los compañeros escriben, no siempre hay algo interesante que escribir al respecto, pero debido a que es un requisito, se empieza haciéndolo con la intención de cumplir, aunque en otras ocasiones realmente me he sentido impulsada a expresar mis opiniones en los blogs de otros porque así lo siento. Igualmente, se quiera o no en un curso virtual formal, se requiere de autonomía y responsabilidad, ya que en todo caso es labor individual construir su propio aprendizaje.


Hasta la fecha, el curso ha promovido en mí reflexiones, pero por el momento no siento que haya provocado cambios radicales, como en el caso de otros compañeros, espero no decepcionar a nadie, pero no quiero mentir por quedar bien, simplemente considero que no se ha dado el tiempo suficiente como para que tales cambios sucedan y que si bien el curso ha sembrado la semillita tampoco se deben tener tan grandes expectativas al respecto y creer que con darse golpes de pecho y decir o reconocer que hasta el momento no se estaban haciendo las cosas como las vemos ahora, todo lo hecho en nuestra carrera laboral ha sido un desastre y lo aprendido ahora sea la panacea. Desde este punto de vista, creo que la evaluación coacciona a algunos individuos a hacer las cosas por quedar bien aunque en su interior no piensen o actúen como lo que muestran.


La evaluación como estrategia de mejora continua, de reflexión tanto acerca de lo que se está haciendo bien como de en lo que se está fallando, y de revisión del proceso que se ha llevado, enriquece y ayuda a superar los puntos débiles que se tienen y a reforzar los que se tienen bien. La autoevaluación y la evaluación de expertos, facilitan tener una visión desde afuera que permite una mirada panorámica de la que la autoevaluación carece, aunque esta última proporciona una mirada interior que solo la logra el sujeto en sí mismo y le posibilita hacer conciencia de sus propias fallas o fortalezas.


La calificación por su lado, mide, valora, cuantifica, lo que se ha aprendido, o por lo menos eso intenta, ya que no siempre la nota, define lo que se sabe.
“La evaluación representa ayuda para los alumnos, motivación para el aprendizaje, superación de dificultades, etc., mientras que, calificación es la certificación de un nivel logrado, de unos aprendizajes realizados, selección y emisión de un juicio de valor, etc.”(Díaz, 2005, p. 93)

Díaz, J. (2005) La evaluación formativa como instrumento de aprendizaje en educación física. Barcelona: Inde Publicaciones

2 comentarios:

  1. Hola Duby!

    Sin duda sería ingenuo desconocer que la evaluación sigue siendo un poderoso mecanismo de control (tal vez el más importante en un ambiente de aprendizaje), sobre el cual poco o nada se habla, y que sin duda genera ansiedad y stress. Pero, cabe preguntarse, ¿por qué es así?, ¿tiene sentido que sea así?, y ¿podemos hacer algo al respecto?

    Yo no diría que tendríamos que prescindir de la evaluación, pues pienso que es un instrumento importante para saber en dónde estamos y hacia dónde nos estamos dirigiendo, aunque coincido en que las limitaciones institucionales pueden agregar un ruido enorme al proceso. Por eso me parece importante preguntarse qué es lo que se está evaluando en cada caso, e intentar ser coherente con la respuesta que se da a esa pregunta.

    Como verás cuando lleguemos al final del curso, la idea aquí es tratar de reconocer que el proceso es diferente para cada cual, y que la valoración del proceso tiene que hacerse en función de esa realidad. Sin duda, es una forma de evaluar y calificar que tiene mucho por mejorar, pero pienso que está más cercana a lo que creo que tiene sentido en términos de aprendizaje.

    Precisamente por eso es completamente válido lo que dices respecto a las reflexiones que te ha provocado (o no) el curso. La historia, experiencia, intereses y conocimientos de cada uno hacen que encuentre en una misma experiencia cosas muy diferentes a las que percibe el que está al lado. Lo que para uno es una revelación, para el otro es historia antigua. Lo que para uno dispara un 'cambio radical', para otro es una semilla que queda sembrada. No tiene que (ni puede) ser lo mismo para todas las personas. Y no es necesario darse golpes de pecho por ello. ;-)

    Ahora, desde mi perspectiva como facilitador, me cuido de creer que todo va de maravilla, y a veces me pregunto si las cosas positivas que algunos reportan son reales o son "por quedar bien". Ante esa pregunta, hay dos opciones: Confiar en las personas o no hacerlo. En lo personal, y a riesgo de parecer ingenuo, prefiero creer que lo que cada uno escribe es real, y actuar desde esa suposición. Creo que es mejor para mi salud mental. :-)

    Como dices, es importante tener presente que el sentido de la evaluación es la mejora continua. Y para que esa mejora se produzca es importante desarrollar el sentido crítico (o lo que Neil Postman llama el "crap detector"). Coincido plenamente contigo en que lo que intentamos hacer aquí no es una panacea. Por eso he dicho una y otra vez que lo que hemos tratado de hacer aquí no es perfecto, y que puede no ser aplicable en otras áreas. También he dicho que es necesaria mucha más experimentación para saber si funciona o no, y que no es lógico descartar una posibilidad sin haberla explorado antes.

    En esa misma línea, a lo largo del camino las preguntas generadoras han tratado de explorar no sólo lo que ha funcionado, sino también lo que no ha funcionado y es susceptible de mejora. Es un intento de aplicar esa evaluación continua al proceso del curso, y de reconocer que tenemos mucho por aprender (y mejorar).

    Tienes toda la razón en cuanto a la coacción que produce la evaluación. Precisamente eso me ha llevado a preguntarme en los últimos días si en realidad tiene sentido proponer este tipo de experiencias dentro del sistema formal. ¿Será sólo maquillaje para seguir perpetuando ciertos vicios? ¿Será que la profunda discrepancia entre el discurso y la práctica sigue intacta? Esa es una buena pregunta.

    Gracias por ayudarnos a mantener la perspectiva. :-)

    Un saludo!

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  2. Hola Duby
    Solo quisiera anotar que independiente de los cambios, las transformaciónes, las persepciones positivas o no con respecto a este curso, el haber generado un espacio de reflexión personal, no para otros, para cada uno, un espacio de conversacion consigo mismo es fundamental en cualquier práctica profesional, cuando tenemos introyectado la labor que realizamos, poco reflexionamos al respecto, este ejercicio de hacer visibles nuestros pensamientos, en si mismo es un salto para todos los que hemos hecho parte de este trayecto, es la posibilidad y la oportunidad de refirmar lo que venimos haciendo bien y revisar lo que podemos mejorar.
    Esos cambios solo se evidenciarén en el tiempo y seremos nosotros quienes podremos constatarlos.
    El aprendizaje es un proceso a veces puede ser angustiante, doloroso y lento cada uno tiene un ritmo y un estilo distinto, y parafraseando a Diego en uno de sus tantos textos cada uno define hasta donde quiere llegar de acuerdo a sus espectativas e incluso sueños.
    Hasta Pronto.

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